Templos a Teslas: ¿por qué estamos tan obsesionados con poner cosas en órbita?

Templos a Teslas ¿por que estamos tan obsesionados con poner

La carrera espacial no se limita a satélites y cohetes. Existe una fascinación por enviar objetos curiosos al espacio, desde cenizas humanas hasta mensajes para extraterrestres. ¿Qué motiva esta extraña obsesión?

Más allá de la ciencia: Objetos insólitos en el espacio

Tesla en órbita

En una carretera hacia ninguna parte… Crédito de la imagen: Tesla / SpaceX

Diversas naciones compiten por ser las primeras en lanzar objetos al espacio, trascendiendo los fines científicos, comerciales y militares.

Un templo budista en órbita

En 2024, monjes budistas japoneses intentaron, sin éxito, enviar un pequeño templo a bordo de un satélite. Aunque el cohete alcanzó una altitud de más de 110 km, marcando el primer transporte del Dainichi Nyorai (el Buda del Cosmos) y el mandala al espacio exterior, esperan volver a intentarlo en el futuro. La idea es que las oraciones por los seres queridos fallecidos se transmitan al Buda a medida que pasa sobre Japón, especialmente para aquellos que viven en el extranjero.

La obsesión por ser el primero

Los humanos parecen tener una predilección innata por ser los primeros, lo que podría ser una característica evolutiva útil en el pasado. Quienes actúan primero ejercen una influencia desproporcionada en lo que sucede después, gracias al llamado «efecto fundador».

¿Inmortalidad, nostalgia o un mensaje para los extraterrestres?

Restos humanos y mascotas en el cosmos

Empresas como Celestis han enviado cenizas y ADN al espacio desde 1994. En 1997, la compañía envió los restos cremados fragmentarios de 24 personas, incluido el creador de Star Trek, Gene Roddenberry, en lo que se denominó el «Vuelo de los Fundadores». Aunque los restos se desorbitaron cinco años después, algunos familiares pueden sentir que sus seres queridos han alcanzado una forma de inmortalidad. Algo similar ocurre con las mascotas. Esta práctica, aunque peculiar, es muy popular, incluso la misión Apolo 15 dejó una placa conmemorativa para astronautas caídos en Hadley Rille en la Luna en 1971.

Huesos de dinosaurios en el espacio

En varias ocasiones, se han enviado huesos de dinosaurios temporalmente a la órbita. La inclusión de un fragmento de T.rex en un vuelo de la NASA Orion en 2014 se justificó «como un recordatorio de cuánta vida había visto la Tierra durante su existencia». Esto revela una razón emocional más profunda para enviar cosas al espacio: la búsqueda de la inmortalidad y la nostalgia.

Mensajes religiosos y arte peculiar

Una compañía llamada beingAI planea enviar un disco de níquel a la Luna con una imagen digital de una sacerdotisa budista de IA llamada Emi Jido. Además, el segmento ruso de la Estación Espacial Internacional contiene iconografía religiosa ortodoxa. Estas acciones plantean la pregunta: ¿cuál es el propósito de tener mensajes religiosos en el espacio cuando no hay nadie allí para leerlos? La respuesta podría ser la esperanza de que, eventualmente, un mensaje llegue a otra forma de vida.

Ejemplos controvertidos

  • En 1986, el Instituto Tecnológico de Massachusetts transmitió una señal débil de contracciones vaginales convertidas en dirección a la constelación de Eridanis.
  • En 2010, se envió una invitación a una representación de ópera Klingon (un idioma ficticio de Star Trek) a Arcturus en la constelación de Boötes.
  • En 2018, Elon Musk lanzó su Tesla Roadster rojo cereza al espacio, completo con un maniquí en el asiento del conductor y la canción «Space Oddity» de David Bowie sonando en la radio. Actualmente, se encuentra a unos 248 millones de km de la Tierra.

Una declaración de intenciones

Estos objetos, aunque aparentemente sin sentido, podrían ser una declaración de intenciones. Es como reservar un espacio para el futuro. La infraestructura espacial dependerá de la minería del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, y la órbita del Roadster de Musk cruza la órbita de Marte mientras viaja alrededor del Sol. La Luna, Marte y más allá podrían ser importantes para el futuro de la humanidad, no solo para la ciencia, el comercio y las aplicaciones militares, sino también para nuestra civilización en su conjunto. Estos objetos curiosos pueden verse como una declaración de intenciones para utilizar los lugares donde terminan, incluso si el uso sigue sin especificarse.